Hay que aguantar el chaparrón de la crisis como sea, pero si se acabará ya sería todo un detalle. La pregunta más incómoda de responder desde el punto de vista profesional en estos tiempos es seguramente la de ¿cómo te va en el trabajo? Si no tienes trabajo la respuesta es engorrosa. Y si tienes trabajo tanto si trabajas por tu cuenta como si trabajas por terceros parece ser que caen chuzos por doquier. Para los que trabajan por terceros habrá de todo, pero la idea promedio que me he hecho con los que he hablado es que las empresas se han convertido en una olla a presión, donde la reverberación y entropía a aumentado tanto que hace bastante duro el día a día. Los que trabajamos por nuestra cuenta, aunque también por terceros, quizás nos escapamos de esto por estar más aislados (aunque tienes otros handicaps). Tu haces tu trabajo desde casa, lo entregas y te ahorras los típicos marrones del estar presente de lunes a viernes. Tienes reuniones y tal pero no es lo mismo. Recuerdo cuando trabajé hace muchos años en una empresa de auditoría informática, lo mejor que te podía pasar es que estuvieras trabajando in-situ en casa del cliente. Como estuvieras en la oficina acabando algún informe de auditoría te podían caer «pedidos» de múltiples gerentes y jefes de equipo por el mismo precio de tu nómina.

Yo tengo la tesis que la cuestión es resistir. Perseverar. Aguantar el chaparrón de la crisis como sea. Buscar vías de ingresos con lo que sepas hacer mejor o con los activos que tengas. Si tienes trabajo mantenerlo como sea y si estás muy rallado empezar a preparar tu plan B. Lo importante creo que es no perder el tiempo y no dormirse en los laureles. Cuando la crisis pase y la cosa empiece a tirar ahí hay que estar preparado. Hoy un compañero me decía que la crisis va para largo y era un tanto escéptico en que la cosa mejore. Hay días que pienso así. Que entro en un comercio a dejar la tarjeta comercial y me digo que hay muy pocas probabilidades que puedas hacer algo porque difícil lo tiene el comercio para llegar a fin de mes. Pero hay otros días que me llegan inputs positivos. Ayer hablaba con el propietario de un restaurante y me decía que estaba optimista, que tenía 4 bodas para el fin de semana, un catering para una empresa de cruceros con catamaran y más cosas. Así que entre los inputs pesimistas y los inputs optimistas mejor acogerse a los optimistas, aunque la mente es jodida y a veces inconscientemente se quiere acoger a los inputs pesimistas. Yo dejé de escuchar al niño Becerra (aunque me gusta), restringí los programas de Xavier Sala Martín y solo pongo el Singulars de Jaume Barberá unos minutos haciendo zaping. Seguramente dicen la verdad y sus pronósticos se van a cumplir, pero he llegado a la conclusión que mejor no saberlo. Si sales a la calle a dejar una tarjeta de visita sin saber que el 2013 será un año pedo para la economía la dejas con más ánimo y entusiasmo.

A veces pienso que con todas las personas que se han ido a trabajar a otros países aquí no va a quedar ni el apuntador. Cuando la economía repunte seguramente aquí faltará gente para cubrir la demanda y seguramente personas cualificadas que se han ido a ganarse la vida en otros países. Me gusta pensar que los que quedemos por aquí no daremos abasto, aunque seguramente soy un iluso y como la cosa no mejore yo seré uno más que iré loco buscando trabajo por el extranjero.

Por eso digo, que los que estamos todavía por aquí y dado el percal lo importante es no perder el tiempo (para los que están fuera también, pero la situación ya les ha hecho reaccionar antes). ¿y qué hacer para no perder el tiempo? Una buena cosa es formarte. Yo cuando trabajaba por terceros priorizaba el día-a-día y me olvidé un poco de la formación. ¿y en qué formarte? imagínate que mañana pudieras escoger en qué trabajar, en eso que te molaría. Seguramente el trabajo que tienes ahora no te deja oxígeno para pensar en ello. Y seguramente con los años has ido tomando una senda en tu trabajo que se aleja un poco de lo que te gustaría. Pues ahí tienes las pistas para ver en qué formarte. Piensa que hoy nadie tiene el puesto asegurado, ni los fijos indefinidos ni leches. En menos que canta un gallo una empresa cierra la persiana y/o te echan. ¿Con lo que estás trabajando ahora te sería fácil encontrar un trabajo similar? A veces con los años te vas haciendo tu puesto tan a medida que cuando se acaba difícilmente vas a encontrar uno parecido. Así que si por ejemplo lo que te gustaría es desarrollar una aplicación en iPhone, pues ya sabes que te tienes que formar en cómo programar en iphone. Mira por internet, hoy hay una oferta brutal por internet, mucha cosa gratis y también cursos online a un precio razonable. Si puedes unir lo que te gusta con lo que ves que en mercado tiene salida estás invirtiendo bien.