Ayer fue un día triste. Una persona murió de cáncer. Hoy día se es joven todavía con sesenta y pico años. Cuesta aceptar que sea ya la hora de marchar.

Es curiosa la vida. Conozco alguna persona que ha superado el cancer, si es que se puede llegar a superar. Cada día es un regalo, una bendición. La dama negra ha decidido dar tregua.

En el tanatorio saludé una persona que también había superado el cáncer, o había hecho las paces con él. Me contaba que ve la vida de otra manera, que valora más el presente, que el dinero ya no significa lo mismo ahora. Que la espiritualidad está más presente ahora. Supongo que enfrentarse a la muerte es una de las batallas más duras que uno se puede enfrentar y algo en ti tiene que cambiar para poder afrontar esa batalla.

Son varias caras de la misma moneda. No siempre ganamos a la muerte, esa dama negra caprichosa. Pero siempre ganamos con la vida. Vivir hasta el último momento en armonía. Vivir acompañado hasta el último momento por las personas que más nos quieren. Vivir intensamente el último aliento, el último contacto físico cálido. Y esta batalla la ha ganado con creces Carmina, una persona afable que siempre se ha hecho querer.

Luego quedará el recuerdo, cada cual guardará en su interior unos recuerdos. Cada cual los sacará a recordar con la frecuencia que necesite. Carmina seguirá estando con nosotros. Seguramente será la luz que guiará y acompañará a sus seres más queridos durante su travesía por la vida. Mientras viva el recuerdo. Adiós Carmina.