Una de las cosas que más me fascina de estos tiempos es esa tendencia a compartir el conocimiento en internet. Hoy en día puedes encontrar respuesta a un montón de temáticas a través de internet. Hay gente que comparte el conocimiento sin pedir dinero de manera directa, simplemente porque quiere compartir ese conocimiento y porque en general se espera el retorno de ese conocimiento por alguna otra vía. Quien tiene un blog y comparte el conocimiento de alguna materia que atesora, ese conocimiento conseguido a base de estudiar y labrado con la sabiduría que da la experiencia, lo comparte de entrada porque es generoso con la sociedad, pero no descartes que espera sacarle algún rendimiento aunque sea a medio-largo plazo. Esta filosofía creo que resumen muy bien el movimiento que se llamó «web 2.0», un nombre quizás no muy bien logrado que quería significar un cambio de mentalidad en la gente, volcar contenido en internet para evolucionar más rápido el progreso. Es un toma-daca entre muchas personas. Uno sabe de photoshop y decide grabar un vídeo explicando como se hace un banner, como se coloca la imagen de fondo, cómo se añade una capa con otra imagen, como se añade el texto, como se consigue animar el banner (eso que parpadea la imagen), etc. Lo hace, alguien le grava y cuelga el vídeo en Youtube. Recientemente aprendí como montar banners gracias a una chicha que con esta filosofía tiene un montón de vídeos y material de utilidad para photoshop. Con 10-15 minutos de una manera superdidáctica te da las indicaciones de cómo hacerlo. Me parece genial.

Youtube como fuente para aprender cosas

Piensa un poco en tu entorno y seguro que encuentras un ejemplo de este estilo. Alguien que va a Youtube para aprender como hacer jabón casero. Alguien que va a youtube para aprender como hacer ganchillo. Incluso un colega me dijo que fue a youtube para ver como se hacía algo de bricolaje. Alguien que va a youtube para saber cómo se preparan las castañas. ¿Qué saca quién aporta el conocimiento? de entrada la satisfacción personal que está contribuyendo a ayudar a otras personas y con esto a hacer un mundo mejor. Más allá estoy seguro que más de una de estas personas le han surgido oportunidades de trabajo a raiz de lo que ha compartido. Es obvio, si tienes un vídeo en youtube donde explicas como hacer pasteles fondant, si lo haces porque te gusta y te apasiona, si empiezas a tener visitas a tu vídeo, gente que te descubre… está claro que te abre más puertas que un curriculum donde digas que hiciste un cursillo de fondant y «tus pinitos en casa». La reputación es algo que te tienes que ganar a pulso y demostrarlo.

Modalidades de compartir el conocimiento

Hay muchas modalidades de compartir el conocimiento. Hay quien lo comparte gratuitamente, no hace pagar nada para consumir el contenido, ya sea un artículo en el blog, descargar una ebook (pdf), ver un vídeo en youtube, incluso asistir a una formación gratuita (online o presencial). Hay otras personas que comparten su conocimiento a unos precios razonables. Lo mismo que antes, pero para descargarte el ebook (pdf) tienes que hacer un pago de pocos euros. Abunda hoy en día formación de calidad a un precio asequible, en parte ayudado por la facilidades de internet. Un curso online permite que haya varios asistentes online conectados, evita alquiler de salas, desplazamientos, tiempos entre actos, etc. Hoy en día hay softwares que permiten darte de alta y ofrecer formación a 10-15 personas de manera online, te ven la cara con vídeo, ven la presentación y tu voz, sin problemas. Esto hace que los cursos pueden ser más económicos. Y hay quien combina compartir una parte de su conocimiento de manera gratuita y otra parte pagando.

Lo que está claro es que esta tendencia de compartir el conocimiento está evolucionando a un ritmo mucho más rápido el progreso que una generación atrás. Hoy en día tienes un oficio y puedes saltar a otro oficio con muchas más facilidades que antaño, eso sí con esfuerzo y con una cierta capacidad de aprendizaje (auto-aprendizaje).

Internet ha crecido gracias a compartir el conocimiento

Y muy relacionado, si te imaginas internet como una ciudad virtual, podríamos decir que se empezó con una aldea pequeñita por allí en Estados Unidos donde se inventaron internet y se ha ido expandiendo esa aldea en otras aldeas. De las aldeas se han agrupado en ciudades, en metrópolis, en estructuras más grandes, etc. Y internet evoluciona tan rápido gracias a esta filosofía de compartir como telón de fondo, compartir el conocimiento. La idea del software libre lleva esta filosofía en su ADN. Y del software libre se han construido piezas por encima de más valor. Y estas piezas algunas también se han compartido de manera gratuita. Por ejemplo, los inventores de Twitter hicieron su obra maestra con su invento, twitter. Hoy en día twitter está muy presente en la vida diaria. Puede ser que tu no lo utilices, pero los medios de comunicación que tu consumes, cuando ves el telediario, lees un diario, se nudren hoy en día en parte de twitter, tiene la oreja metida en twitter como una fuente más de información. Pues bien, esas personas que inventaron twitter, que dedicaron horas programando la plataforma decidieron compartir una parte de su plataforma, que hoy permite que otras personas puedan reutilizar ese código. Como este ejemplo, hay miles y miles de ejemplos. Esto hace que si te imaginas internet como un juego de «lego» se vayan fabricando piezas que se ponen a disposición del mundo de manera gratuita, otros crean otras piezas y así se va levantando el castillo de internet.

Ese artículo salvavidas

Y de todo lo que se comparte en internet una cosa que me fascina es ese caso cuando tienes un problema, estás super-saturado intentado solucionarlo y no lo consigues. Dedicas 3, 4 horas y nada. Esperas un día y lo vuelves a intentar, y nada. Buscas en internet, y observas que no hay mucha materia relevante sobre lo que buscas, pero finalmente encuentras un artículo de una persona que habla de tu problema, empiezas a leer y se te van abriendo los ojos, y de golpe te emocionas cuando desvela como solucionar el problema que tienes. Rápidamente vas a aplicar la solución en tu caso y descubres que tu problema se soluciona. Buah, menuda satisfacción. Luego vuelves al artículo y miras quien es esa persona que ha escrito eso y piensas, gracias colega, me has tirado un buen salvavidas. Seguramente esta persona le pasó lo mismo que a ti, y frustrado de no encontrar solución en internet decidió escribir un artículo aportando él la solución.

Y esto es para mi la esencia de compartir en internet.

Dedicado a una persona que lo necesita

Quiero dedicar este artículo a una persona con la que desde hace unos meses sin quererlo estamos compartiendo gustos musicales mediante Spotify, esas canciones que descubres y te ayudan en tu travesía de la vida. Para esta gran persona va dedicado.