La página web de tu negocio aunque no lo parezca es la cara de tu empresa en internet. Al igual que cuando te presentan una persona por primera vez los 2 primeros minutos son cruciales para hacerte una idea de la persona, tu cerebro capta cosas de manera subconsciente que condicionaran la percepción hacia esa persona. Pues en la web pasa algo parecido. Cuando entras en una web por primera vez tu cerebro capta señales que aunque no seas consciente realizan una valoración subjetiva sobre la empresa. ¿Y si mi negocio no tiene ni web? bueno, pues no te expones a esto aunque no te escapas de valoraciones de tu potencial cliente por no estar presente en internet. Si alardeas que tu negocio va bien, que sois los mejores en vuestro campo, que tenéis una cartera de clientes considerable y luego buscas en Google y tu web no aparece por ninguno sitio pues la verdad, queda un poco inconsistente.

Hay muchos negocios que funcionan y no tienen web. Y puede ser que duren muchos años más con beneficios sin tener web. La cuestión es si tu negocio es de ésos o necesita alguna ayuda como tener una página web. Hay muchos comercios que tienen página de Facebook pero no web. Supongo que la explicación está en que uno puede darse de alta en Facebook a poco avispado que sea y en cambio crear una página web no es tan siguiente-siguiente. ¿Pero substituye Facebook a la página web de tu empresa? yo creo que Facebook no debe substituir la página web sino complementarla. Desde mi punto de vista estos son los motivos que tendrías que reflexionar para decidir si tu negocio necesita una página web:

  1. Exponer al mundo tu negocio: nada más adecuado que una página web para exponer información de tu negocio, de manera estructura. La página de inicio, con lo más destacado de tu negocio, aquello en lo que eres más competitivo. La típica sección de servicios o productos. La sección de situación de tu negocio. La página de contacto, con la ubicación de tu negocio en el mapa, el formulario de contacto, etc. Una página web está pensada para absorber todo el contenido de tu negocio, sean texto, imágenes  vídeo, artículos tipo blog, etc.
  2. Captar potenciales clientes: si la información de tu negocio está bien estructurada, es precisa y de calidad estás poniendo las cosas fáciles a potenciales clientes que están buscando justo lo que tu ofreces y te encuentran a través de internet. Ponen las palabras clave de lo que buscan en el oráculo de Google y si te lo has currado es posible que la página web de tu negocio salga en los primeros resultados de búsqueda de Google. Tu potencial cliente entra en tu web, ve lo que tu has decidido mostrar al mundo y se da ese momento mágico que es que tu negocio empieza a existir en internet. De ahí a que te compren va un rato, pero es un primer paso.
  3. Fidelizar tus clientes actuales: hay muchas maneras de fidelizar a tus clientes. La principal es que des un buen servicio. Si esto lo tiene logrado, genial. Piensa si parte de tus clientes agradecerían que tu negocio tuviera presencia a internet. Por ejemplo, si tienes una peluquería a lo mejor muchos de tus clientes (en especial si son jóvenes) prefieran hacer la reserva por internet que tener que llamar al teléfono para reservar. Lo mismo si tienes un restaurante, quizás muchos clientes les gustaría reservar vía la web; con un simple formulario de contacto/reserva les puedes dar ese gusto. ¿Y si no lo hago? bueno, pues si realmente eres muy bueno quizás los mantengas, pero si tu competencia también es muy buena y les pone las cosas más fáciles vía internet quizás se te escapan clientes. Aquí cada uno entiende de su negocio y puede valorar si esto es probable que pase. En restaurantes también es de agradecer que la carta, el menú o lo que sea que vendas esté en internet, sea preciso, con precios actualizados. ¿Y que tal si pones alguna foto de los platos? los clientes que tienes de siempre seguro que lo valoraran.
  4. Para adaptar tu oferta al mercado: el gran jugo de una web no es la web en sí, sino la información que tienes después del uso que hace tu público de la web. Mediante el uso de herramientas de estadísticas, como la potente y gratuita Google Analytics, puedes ver en que páginas de tu web presta atención tu público. Seleccionas la ventana temporal deseada (hoy, ayer, la última semana, etc.) y te dice cuantas visitas has tenido, de que países acceden  si acceden desde PC o smartphones, si te han encontrado via Google, si vienen de alguna referencia de tu negocio en Facebook, Twitter, algún blog, etc. Y lo más importante, que páginas visitan, cuanto tiempo de media están en cada página. Dicho así puede sonar un poco vacío de contenido  Pero aplícalo ahora a tu negocio. Imagina que tienes un producto o servicio estrella respecto los otros, y sin embargo en la web no se refleja, la gente accede a páginas de otros servicios y la página de tu servicio/producto estrella apenas se visita. Este feedback es muy valioso. En este caso te tendrías que plantear si no acceden porque esta demasiado escondido o la página es poco atractiva. O quizás descubres que hay un foco de interés en otro producto/servicio que hasta ahora no le dabas importancia. Esto realmente va a la médula de tu negocio.
  5. Para adaptarte a como quiere el cliente comunicarse contigo: uno puede quedar mareado con todas las redes sociales que han surgido. Que si la página de Facebook, que si Twitter, que si Linkedin, Google Places, Foursquare, Google +, etc. Todas estas redes sociales tienen su parcela de utilidad pero necesitan adherirse a una buena columna vertebral, la página web de tu negocio. Facebook sirve para relacionarte con tus seguidores y darles avisos sobre novedades. Si alguno de tus seguidores le interesa mirará un resumen que habrás puesto en tu Facebook, pero si quiere más información tienes que ponérselo fácil. Ahí es donde entra tu web, con la página web explicando la novedad, de manera atractiva y con información de calidad. Otro ejemplo, puede que alguno de tus clientes haya dejado una recomendación de tu comercio en Foursquare (la gente lo usa aunque no seas consciente que tu negocio existe ya en Foursquare). Otros usuarios verán el consejo en Foursquare. Si les pica la curiosidad irán a tu página de Foursquare (que como digo algún usuario puede haber dado de alta), y si les pica más la curiosidad irán a tu página web. Ese es tu territorio, ahí juegas en casa. Tu web la has diseñado y la estas adaptando para mostrar lo mejor de tu negocio, para ser convincente. Tu objetivo debería ser que ese usuario que ha llegado a tu web por canales variopintos se quede con tu nombre, y empieces a sembrar semillas para una venta futura.