Ya va siendo un clásico los artículos de esta serie de «los jodidos brotes verdes de la economía». Jodidos porque «dicen» que la economía ya remonta, que la cosa ya va mejorando, que ya salimos del pozo pero el caso es que a veces tienes que estar optimista y mirártelo desde un prisma especial para ver estos titulares en la realidad. Lejos de ser un barómetro oficial quiero compartir con vosotros sólo algunos datos y anécdotas de mi entorno. Cada cual que opine si la economía va mejorando, si los brotes verdes van brotando de verdad:

1. Los aumentos de sueldo también pasan: a un amigo mío le han subido el sueldo, bueno, esto es genial. Me alegro un montón por él. Decir que es un perfil senior de programación y que trabaja para una empresa internacional con delegación en Cataluña. Podría ser un síntoma de mejora en la economía, o no.

2. A muchos amigos y conocidos les han bajado el sueldo: los que todavía conservan una nómina de antaño es muy probable que les hayan recortado de un 10 a un 20% el sueldo. También es probable que les hayan quitado algunos beneficios como tiques restaurante, etc. Los que han perdido la nómina de «antaño» y han encontrado un nuevo empleo de asalariado (por suerte) han tenido que pagar la «prenda» de un sueldo inferior al que tenían antes por iguales responsabilidades y trabajo similar al anterior (o más).

3. Los que trabajamos por cuenta propia, no te fijes en el precio hora: cuando uno trabaja como autónomo lo de la nómina no existe. Cada proyecto que consigues genera unos ingresos, pero el caudal de proyectos y servicios que te contratan es difícil que sea contínuo y ordenado en el tiempo. Con el panorama actual hay mucha más oferta que demanda. Poca demanda porque muchas empresas, PYMES, negocios locales, todavía estan «acojonados» como decía el gran mago magic Andreu. Seguramente oyen por la tele que la economía remonta y lo quieren creen, empiezan a pedir presupuestos para activar sus negocios pero de ahí a contratar… todo es muy precavido, muy cauto, mirando mucho la «pela». Y claro, con más oferta que demanda ¿qué suele acabar pasando? que si quieres conseguir el proyecto tienes que ajustar el precio al máximo. Luego si te contratan, depende de cada uno, pero si tu sello es el trabajo de calidad vas a meter las horas necesarias para que el proyecto quede bien (y piensen en ti para otro proyecto, todo sea dicho de paso).

4. Los derechos de los trabajadores: no hace mucho oí en la tele, creo que fue en el programa «Via Llibre» de Tv3, una mujer que decía que nos hemos cargado en 4 años gran parte de los derechos de los trabajadores que se habían conseguido durante décadas. Ciertamente comparto esta reflexión, como siempre habrá casos para todo, pero en general creo que se cumple bastante esta afirmación. Tanto si trabajas como asalariado como por tu cuenta esta afirmación aplica en gran medida.

5. El panorama de muchos empresarios: muchas personas habían fundado sus empresas antaño y con esfuerzo y honradez habían conseguido que sus negocios rindieran beneficios (todos sabemos que también los hay que no han sido honrados ni justos). Ahora se han encontrado que la cosa ha cambiado radicalmente. Exceptuando empresas que venden al extranjero, lo que son empresas orientadas al mercado español han «pringado» de valiente (por norma general). El consumo interno a caído en picado. El grifo de salida de dinero de cada uno de nosotros lo hemos dosificado bastante y esto se nota en las empresas. Por casos que me han contado, es curioso, cuando una empresa va bien los beneficios que genera son a escala empresa (con algunos digitos más que el importe de una nómina). Y de manera similar, cuando una empresa no va bien las pérdidas también son de algunos dígitos más que una nómina. Debe ser frustante como empresario dejarte la camisa por una empresa, ofrecer tus servicios a varios clientes y ver que a final de mes después de pagar gastos tienes menos pasta en la cuenta de la que tenías al principio del mes. ¿Quebrar o aguantar para ver si la cosa remonta? Sí dicen que la economía empieza a remontar… pero cada cual sabe su cruz. Por otra parte, muchas empresas aguantan aparte del esfuerzo de la tripulación con pólizas de crédito que sirven para ir pagando los gastos mes a mes.

6. La cautela de los negocios locales: los negocios locales quieren salir de la crisis y repuntar pero todavía van con pies de plomo en nuevas contrataciones. Parece como que tienen miedo a dedicar unas centenas de euros para conseguir más clientes por miedo a que no los consigan. Un miedo que seguramente parte de la percepción, aunque sea subconsciente, que la gente no consume mucho. El consumo de antaño es historia. Las familias y cada uno de nosotros seguro que miramos mucho más lo que compramos que antes.  A modo de anécdota, auto-anunciando mis servicios en Google he conseguido varios contactos interesados en los servicios que ofrezco de publicidad en internet. Una de estas personas tiene una tienda de pájaros en Cataluña. Venden pájaros de Agaporni principalmente y me dijo que tenía bastantes ventas, incluso de gente de ciudades fuera de su tienda que se desplazan para comprar este tipo de pájaros. Esta persona me comentó que se anuncia en milanuncios.com y quería ver si podía conseguir más ventas con publicidad directamente en Google. Yo le dije que sí y para que se convenciese le ofrecí un mes de prueba (crearle una campaña puntual sólo para este tipo de pájaros), con un precio simbólico (me gusta hacer pagar algo simbólico para ver si el ejercicio de pagar tu potencial cliente lo lleva bien). Pues bien, ¿Va bien la economía? ¿Empieza a remontar? hace 10 años cualquier precio de servicio encajaba. Pero ahora, incluso un servicio tan enfocados a conseguir clientes/ventas a un precio simbolico requiere semanas de proceso de decisión. Ojo, es un caso puntual y como siempre habrá de todo, pero no deja de ser un caso real más para valorar.

7. Cuando el consumismo impregnaba las tiendas: hace unos días entré en una tienda de «The Phone House» para comprar un cargador de móvil. La tienda estaba vacía, solo había las personas que atienden a la tienda. Compré un cargador y le pregunté al chico que me atendió si habían cambiado algo las operadores que les hubiese perjudicado, que había tan poca gente. Me dijo que las operadoras ya casi no regalan móviles y los que regalan no son los chulos. Luego me dijo que la gente no tiene … y me hizo ese gesto con los dedos, ese movimiento entre el índice y el pulgar de cuando te quieres referir a «dinero».  Me dijo que justamente ese día acaban de despedir a su jefe, el encargado de la tienda.

8. El descenso de los precios de los servicios: es una inercia que parece imparable. El precio de muchos servicios ha caído considerablemente en relación a antes de la crisis (2008 pongamos). El que vende servicios de catering para bodas ha visto como el precio por comensal ha bajado. El que vende cortes de pelo ha visto como ha caído el precio de los servicios. El que vende servicios de consultoría, desarrollo de aplicaciones ha visto como han bajado los precios de los servicios. Hablando con el gerente de una consultora de Barcelona me decía que oportunidades que antaño se hubieran sacado a licitación (concurso público) por 150.000 euros ahora se sacan a concurso por 50.000 euros. Los ayuntamientos no tienen el dinero de antaño y para prestar sus servicios sacan concursos con el dinero que disponen. Y claro, los proveedores intentan coger el contrato aunque ven que no salen las cuentas. Y esto pasa con ayuntamientos, gobiernos autonómicos (en Cataluña lo sé de cerca) y supongo que a nivel estatal. Las reglas del juego en estos casos se alteran. Si una empresa está fatal y tiene gente parada porque no tiene proyectos un concurso de 50.000 euros es «agua bendita», aunque luego con esos 50.000 no se pueda acometer todo el alcance del contrato. Y esto obliga a que empresas que no están «tan fatal» bajen sus precios si quieren competir (o no, se abstengan y esperen otros brotes verdes).

El otro día oía en la radio al economista Xavier Sala Martín que decía que en Estados Unidos ya empiezan a crecer y a salir de la crisis, pues fenomenal. Que por este motivo estaban planteando de subir los tipos de interés. Bueno, esto me recuerda a cuando el inicio de la crisis. El comportamiento fue un poco como una cadena de transmisión. Primero «petó» la cosa en Estados Unidos con las hipotecas subprime como bandera del problema (aunque se sabe que no fue sólo eso). Eso fue por el 2008 y por aquí nuestros gobernantes iban diciendo que no había crisis, hasta que la onda expansiva llegó y nos arreció. Esperemos que ahora el proceso sea similar, que la onda expansiva de la recuperación también llegué aquí. Sólo espero que todos hayamos aprendido un poquitín de esta crisis.

Si quieres ver qué decía sobre los brotes verdes hace unos meses atrás puedes leer:

Los jodidos brotes verdes de la economía –  en setiembre de 2013

Los brotes verdes de la economía – parte 2 – en diciembre de 2013