El otro día vi un episodio que me impactó de la serie “Modern Love”, salía la actriz Anne Hathaway que interpreta una chica en busca del amor, de tener una vida normal, pero que, sin embargo, no es posible debido a su trastorno bipolar. La situación se agrava porque lo lleva en secreto, y claro la gente flipa con sus cambios de humor, un día está eufórica, contenta, alegre, simpática, abierta… le dura varios días hasta que llega un monstruo con su daga y le corta las alas, tan fuerte que no puede apenas mantenerse en pie y tiene que estar en la cama. Pierde amistades, posibles parejas… ya te lo puedes imaginar. Muy impactante este episodio, y genial la interpretación de Anne.

Esto me ha hecho pensar que en menor escala, muy en menor escala, me pasa lo mismo. Tengo rachas de humor, unos días en los que el viento sopla a favor, y todo parece ir a tu favor. Es una cosa muy rara y sutil, pero lo captas, la gente lo capta de ti, y cuando estás así la gente se te acerca, te llegan mensajes para quedar, pasan cosas guays.

Y en cambio, llega un día, una acción, algo que todavía no he encontrado el patrón que hace que llegue un nubarrón negro y parezca que te persiga allá donde vas. El nubarrón es invisible a la vista, pero lo notas, sabes cuándo está, y sabrás cuando se haya ido. Por más que intentes disimular, la gente también lo capta y tú notas que actúan diferente en relación a ti.

Creo que esto me pasa desde hace muchos años, pero hasta no hace mucho no tomé consciencia de ello, y he empezado a ver cómo afrontar esto.

Luego, cuando prestas atención ves que le pasa a muchas personas. Un día escuchando un podcast escuché que a la cantante de Russian Red (creo que era ella), que decía que tenía ciclos de estos, y que cuando le llegaba el nubarrón le podía durar 4 días tranquilamente, y que lo pasaba fatal, y que mejor no estuvieras cerca de ella.

No sé si son temas hormonales, si son temas de la mente, pero existe. ¿Quizás a ti también te pasa?

Yo al principio lo quería negar. Es peor no aceptarlo. Tienes que dejar aflorar lo que sale de ti, si es tristeza, déjala salir, si es rabia, déjala salir, si es no sé qué, pues déjala allí, el no sé qué.

Hoy estoy dentro de ese nubarrón, y ya ves, aquí estoy escribiendo esto, plantándole cara al nubarrón, conviviendo con él, no escondiéndome de él, ya se irá.

La mujer de un amigo mio le había oír decir la expresión: “tener mala onda”. Y no podía encajar mejor a la situación, si pudiéramos medir esa onda que no sabemos medir, seguro que notaríamos una onda diferente cuando tienes el nubarrón negro encima de cuando ya se ha ido.

En mi caso miro de hacer dos cosas para afrontar la situación:

  • Avisar a quien tienes cerca de que estás así.
  • Observar tu mente y ver tus pensamientos como una manada de caballos salvajes que van galopando. Tu ego cabrón va tirando lazos para atar a uno de esos caballos (pensamiento), y eso es fatal, porque ese pensamiento es como un potro salvaje, tiene una furia que te arrastra a derroteros, no puedes caer en la trampa. Así que tengo una vigilia en mi mente, un duende con una hacha gigante que va cortando la cuerda con la que tu ego quiere atar cada caballo (pensamiento). Es una lucha entre tu ego que quiere dominarte, te quiere llevar por emociones para controlarte y tu fuerza para mantenerte consciente, libre, para mantenerte con tu yo.

Si sufres lo mismo, quizás te ayude. Y si no, suerte la tuya, da gracias de este sistema operativo que tienes como cerebro.

Un fuerte abrazo desde este blog!

Marcel