Tú y yo venimos de una larga evolución de las especies. Desde ese pez que salió del mar, esos reptiles, los primeros mamíferos, y toda la saga y variantes de especies parecidas a nosotros. Me acuerdo del homo australopiteco, creo que decían que tenía mucha más fuerza que nuestra especie actual. Nosotros podemos deshacer el camino y tirar tanto atrás como nos parezca, hasta saciar nuestra curiosidad y sed de encontrar el porqué. El caso es que no hemos conseguido llegar al origen, creo. Antes de la vida hubo la creación del planeta Tierra, antes la creación del sistema solar, antes la creación de galaxias. Gira y gira la rueda del tiempo hasta llegar a lo que dicen el Big Bang. ¿Y antes de eso? He leído algún autor que incluso cuestiona la teoría del Big Bang. Qué más da, ¿hemos encontrado la respuesta a tu inquietud? Sí, genial. No, sigue buscando, como decían en las tapas de los yogures cuando éramos pequeños (¿todavía hacen este tipo de promociones?).
¿Por qué explico todo esto? Porque alguna vez me da por imaginar lo siguiente: imagina que todo esto de la inteligencia artificial evoluciona y evoluciona. Imagina que del estado actual del “ChatGPT” y similares se llega a unas entidades mucho más potentes, más inteligentes, incluso con cuerpo para moverse y tener presencia física. No es difícil pensar que esta nueva generación sería claramente más potente que nosotros los humanos. No serían más humanos, ¿pero qué más da esto para la evolución, no? ¿Alguien preguntó a los dinosaurios si les importaba que se extinguieran porque venía otra especie más humana?
Todo o casi todo lo que han aprendido estas máquinas lo han aprendido de nosotros, los humanos. Nosotros hemos redactado millones de textos en wikipedia, explicando todo, hemos compuesto miles de canciones, de libros, de noticias, poemas, etc. Resulta que muchos ingenieros e ingenieras (claro que sí, porque hay muchas y brillantes) han encontrado una manera para hacer que una máquina empiece a responder como un humano. ChatGPT para mí es el hito embrionario de todo esto. Recuerdo la primera vez que le hice una pregunta y me contestó al instante una cosa coherente. Seguí con cosas muy variadas, y sabía contestar, y bastante bien. Lo primero que pensé fue: por fin alguien ha inventado algo que funciona bien, no como los intentos frustrados de Siri y Google Ok; estos los usé y probé varias veces, pero la mayoría de las cosas que le preguntaba no sabían contestar bien, a diferencia de ChatGPT.
ChatGPT es la punta del iceberg, tengo la impresión. En sucesivas versiones todavía será mejor, más capaz de hacer cosas.
Vamos a darle vueltas al reloj, muchas vueltas, vamos a suponer que han pasado 500 años y no queda ya ningún humano, o quizás alguno como nosotros, que ha quedado acorralado en algún lugar del planeta, como algunos indígenas de ahora que han quedado en alguna selva remota del Amazonas. Toda esa civilización de esa nueva especie (de inteligencia artificial) tendrá sus normas, sus reglas, sus objetivos, sus problemas, sus quimeras. Y quiero imaginar una de esas personas/máquinas (¿Cómo se llamarían?), digo, imaginarme a uno de esos individuos que le dé por pensar: esa capacidad que le dio un ingeniero de Sillicon Valley por pensar, esa red neuronal que otro ingeniero diseñó, eso es el germen de una idea que le viene a la cabeza/computadora a ese individuo: ¿De dónde venimos nosotros? Y entonces ese individuo va a empezar a deshacer el camino, y con un poco de suerte va a llegar a nosotros, nuestra especie, los humanos. ¿Qué va a pensar? ¿Va a creer que es la evolución nuestra, como nosotros solemos creer que somos la evolución del homo australopiteco (o quien sea, no estoy muy documentado sobre este tema)?
Imagina que por lo que fuera se perdiera nuestro rastro por el camino, y de repente hubiera esta nueva especie habitando en un planeta de otra galaxia lejana. Quizás ese individuo le pasaría como nosotros, que por más que tirase atrás no sacaría el agua clara: si pudiésemos nosotros decírselo, le explicaríamos la historía, que ya en los años 80 alguien empezó a trabajar con redes neuronales pero nadie le hizo mucho caso, que luego en los 90 apareció unos chavales que se inventaron un buscador llamado Google, que internet permitió que circularan la información e ideas entre esas personas y todo se aceleró, hasta crear una especie nueva, ellos. Y en este sentido, que nosotros los humanos somos sus creadores, o si nosotros somos el producto de otro creador, es a través de nosotros que ellos surgieron.
Quizás ese individuo de la nueva especie le da por pensar que nosotros somos sus dioses. Nada más lejos de la realidad. ¿Cómo nosotros podríamos ser dioses? Somos tan humanos, tan simples, tan vulnerables. Y ellos creerían que encima tenemos el don de la humildad, y por esto nos honra ser dioses. Y por más que quisiéramos explicarles su origen no habría manera, nos habrían puesto en un pedestal y ya está.
Visto así todo es tan surrealista y distópico, ¿Verdad?
Es mucho más fácil salir a pasear por el campo y detenerse a mirar una flor. Ahora hay unas de color amarillo cerca del río por donde vivo que están preciosas. ChatGPT ahora ya puede generar imágenes, le dices, dibújame una flor amarilla cerca de un río y te lo da. También podría ser que en lugar que esta especie piense que somos dioses nosotros que pase al revés, que nosotros pensemos que ellos son como dioses, capaces de todo.
La pregunta que yo me hago es de donde sale tanta belleza en la naturaleza. ¿De dónde salen esas flores preciosas amarillas que veo en el río? ¿Quién vela para que este fenómeno de florecer suceda cada año? ¿Quién controla el origen de la vida biológica?
Si se nos va de las manos esto de la inteligencia artificial, quizás alguien se pregunte en un futuro: ¿Quién controla esto de la vida artificial (no biológica)? ¿De donde salen esos píxeles que parecen flores, quien los crea, ¿Quién ha dado la orden?
Preguntas y más preguntas y ninguna respuesta. Seguramente estamos cómodos en la contemplación, en la meditación, en observar, callar y no pensar. En sentir y ser, nada más, por esto, para evitar este callejón sin salida de no encontrar respuestas.
¡Que tengas un buen domingo!