Este jueves fui al concierto del grupo The Weeknd en Barcelona, en el Estadio de Montjuic. A mí me gusta mucho este grupo, pero fui para acompañar a mi hija que le encanta y hace tiempo para su cumpleaños pidió como regalo ir.

La experiencia me encantó. El grupo se nota que es muy profesional, todo el espectáculo muy visual y espectacular. La organización también muy bien, aunque hubo que hacer larga cola para entrar. Lo que me sorprendió es que pudimos estar bastante cerca del escenario, de modo que pudimos ver al artista, Abel, a unos pocos metros de distancia.

Una cosa que me pasa es que me descoloca mucho cuando escucho una canción que he escuchado decenas de veces con Spotify y de repente la voz sale de la boca del cantante de verdad. Ya sé que es una sensación muy chorra, pero no deja de fascinarme, de decir, ah!, esta canción que he oido decenas de veces sale de ti.

Hay que decir que el artista canta muy bien, en Spotify ya lo sabíamos y en directo doy fe. Aparte tiene muchas canciones que son ya casi como himnos, con lo que consiguió que todo el estadio cantara al unísono y me pusiera la piel de gallina más de una vez.

Me gustó y flipo ver cuanta gente se sabe las letras de las canciones, y no un trozo, toda la letra de la canción, de todas las canciones, digno de admirar.

Otra cosa que me sorprendió es la entrada del cantante, iba con una máscara plateada, y estuvo cantando tranquilamente tres o cuatro canciones con la máscara. Hasta llegamos a pensar que no fuera un doble. Luego se la quitó y ya se disolvieron las dudas. La indumentaria también me sorprendió, iba con un gorro blanco, que se ve que está de moda entre raperos, pero no sé, quedaba un poco raro. También llevaba un chaleco un poco abultado, que llegué a pensar si por dentro era de tipo antibalas, estas super-estrellas no me extrañaría que les recomienden este tipo de cosas, no sé, no me he informado.

Otra sensación muy guay es la de comunión con la gente. A pesar de ser miles de personas y estar bastante apretados tienes como una sensación de comunión con la gente, por compartir un fin común, el de escuchar a The Weeknd después de tanto tiempo esperando el momento. Nosotros compramos las entradas a finales del 2022, y fíjate hasta julio de 2023 no llegó el concierto. Esta sensación es muy curiosa, cuando mucha gente tiene un objetivo común se genera esta sensación. Recuerdo que también me pasó hace muchos años en la carrera popular de El Corte Inglés, que por cierto, creo que el recorrido pasó por el estadio de Montjuic. Recuerdo cuando empezamos a correr, miles de personas empezando a correr, todos al unísono, se me puso la piel de gallina.

El album que más me gusta de The Weeknd es el “Dawn FM”. Es ese tipo de álbum que aprecio mucho porque todas las canciones tienen un encaje en el album, y no imaginas una canción sin la anterior, todas son guays, y están ordenadas en el orden correcto para escucharlas. Ya digo, hay muchos álbumes que no siento lo mismo, escuchas dos o tres canciones que te gustan, pero luego el resto de canciones parecen ser un pegote sacado de no se sabe dónde. Seguramente hay mucha gente que ya no escucha los álbumes como tal y lo hace con listas, y solo se pone las que le gusta. Yo creo obviamente listas en Spotify, me hago recopilatorios de las mejores canciones de un grupo, hago listas de un estilo de música, etc, pero disfruto escuchando un album completo, de cabo a rabo, como este “Dawn FM”.

En el concierto había mucha gente de aquí, pero también muchos extranjeros, muchos, de todas partes, a juzgar por los idiomas que ibas sintiendo. A la vuelta fue curioso porque detrás teníamos un grupo y un chico en inglés decía que había intentado ver The Weeknd en Estados Unidos, pero que no podía permitírselo porque valía 400 pavos, y en cambio, aquí sí que había podido, supongo que le costó unos 100 euros. ¡Son las ventajas de vivir aquí!

PD: si no conoces a The Weeknd, quizás pienses que he escrito mal el nombre porque “Fin de Semana” en inglés se dice “The Weekend”, pero no, el grupo le quitó deliberadamente la última e de la “end”.